EL
MUNDO
19 julio
2016
Alexis Romero
Consumir alimentos ricos en omega 3, como el atún y las hortalizas
de hoja verde, facilita la actividad depurativa del hígado.
El hígado es uno de los
órganos más importantes del cuerpo humano, ya que en él tienen lugar gran parte
de las funciones del organismo, como muchos procesos metabólicos, la depuración
de sustancias tóxicas generadas de forma natural, como el amoníaco, e
ingeridas, como el alcohol, y la segregación de hormonas. En la actualidad, se
da la creencia de que este órgano tiene un papel muy importante en la pérdida y
la ganancia de peso, y de que existen
dietas depurativas que aseguran que limpiar el hígado ayuda a adelgazar. Sin
embargo, esto no es del todo cierto.
Limpiar o depurar el hígado
no es posible. Según Agustín Albillos, jefe de la Unidad de Gastroenterología
del Hospital Universitario Ramón y Cajal, en Madrid, “depurar el hígado no es
un término médico, ya que esto no se puede dar”; el experto asegura que “el
hígado no acumula toxinas, es un órgano que tiene muchas funciones vitales y
que entra en contacto con sustancias tóxicas, como el alcohol, y las metaboliza
convirtiéndolas en sustancias menos contaminantes para reducir su impacto sobre
el organismo, pero en ningún caso las acumula”. El especialista explica que lo
que sí que se hace en algunas ocasiones es “depurar la sangre”, pero matiza que
esto sucede, precisamente, “debido a insuficiencias hepáticas, es decir, cuando
el órgano está gravemente afectado, como en casos de cirrosis, y no es capaz de
desarrollar su función, dejando pasar a la sangre sustancias tóxicas que un
hígado sano depuraría normalmente”.
Carmen Gómez, jefe de la
Unidad de Nutrición del Hospital Universitario La Paz, en Madrid, asegura que
“el hígado es la gran farmacia del organismo, ya que en él tienen lugar muchos
procesos químicos, y, como a casi cualquier órgano, cualquier cosa nociva le
afecta en mayor medida”.
Además, el hígado tampoco
tiene una especial relevancia en los procesos de pérdida y ganancia de peso.
Según Gómez, algunas enfermedades relacionadas con el peso, como la obesidad,
“pueden afectar al órgano y desarrollar patologías como el hígado graso”, pero,
según matiza Albillos, “el hígado graso es una consecuencia de la acumulación
de grasa abdominal y no al revés”.
Una dieta variada y equilibrada, lo mejor para el
hígado
Aunque no existan dietas
para depurar el hígado, ya que éste no acumula toxinas, Gómez afirma que es
importante tener una alimentación variada y equilibrada para mantenerlo
saludable y facilitar su trabajo. La ingesta de alcohol y otros tóxicos, como
ciertos fármacos, afectan a las funciones de este órgano y dificultan su
actividad metabólica, por lo que es recomendable suprimir el consumo de bebidas
alcohólicas.
Tanto Albillos como Gómez
desaconsejan seguir dietas drásticas que supriman alguna sustancia o nutriente
necesario para el correcto funcionamiento del organismo. Consumir frutas y
verduras, grasa vegetal y alimentos ricos en omega 3, como el pescado azul y
las hortalizas de hoja verde, ayudan a optimizar las funciones del hígado y, al
recibir menor cantidad de sustancias tóxicas, facilitan su actividad
depurativa.